La Organización Meteorológica Mundial emitió un comunicado el pasado 23 de diciembre
advirtiendo de la necesidad de tomar acciones concretas, tras los efectos climáticos que vivimos
durante 2022, cuyo verano fue el más cálido jamás registrado en nuestro país desde que hay
registros (1961) .
Según la información suministrada recientemente por la Agencia Estatal de Meteorología, las olas
de calor son cada vez más comunes e intensas en nuestros país. Este año 2023, estamos
experimentando temperaturas excepcionalmente altas desde el inicio de la primavera y viviendo
una de las peores sequías en España desde 1970.
Numerosos estudios han demostrado que las altas temperaturas inciden directamente en el
agravamiento de enfermedades ya existentes, como enfermedades cardiovasculares, respiratorias,
pulmonares, renales, gastrointestinales, neurológicas, partos prematuros y otras patologías, que
pueden llegar a ocasionar la muerte.
Ante la proximidad del verano y las olas de calor previstas, con las consecuencias que para la salud
de las personas pueden ocasionar las altas temperaturas, las organizaciones firmantes vemos con
preocupación que la ciudad de Zaragoza no cuente con un Plan de Refugios Climáticos tal como
figura en la línea de actuación 5 del Plan de Adaptación al Cambio Climático recién aprobado por el
Ayuntamiento de Zaragoza.
POR ELLO, DEMANDAMOS:
1- Diseñar y poner en marcha, de forma urgente, una red de refugios climáticos que ayuden a
la ciudadanía a afrontar las olas de calor.
La red de refugios climáticos es una malla organizada de espacios e infraestructuras urbanas que se
ponen a disposición de toda la población para protegerla del impacto del calor en su salud, durante
los episodios de olas de calor. Se trata de identificar en cada barrio de la ciudad, tanto espacios
exteriores arbolados (parques, plazas, calles, etc., sombreados y frescos) como espacios interiores
(bibliotecas, centros cívicos, polideportivos, colegios, comercios…) que cuenten con temperaturas
no superiores a 26 grados, que dispongan de zonas de descanso y agua, se encuentren cerca de los
domicilios y que permanezcan abiertos y frescos en las horas del día de mayor temperatura, al igual
que se está haciendo en otras ciudades.
2.- Renaturalizar la ciudad: Disminuir el asfalto y hormigón y aumentar las zonas arboladas
en calles y plazas.
La red de refugios climáticos es una medida de emergencia urgente, pero debe ir acompañada de
otras medidas que adapten las ciudades al cambio climático y mejoren la calidad de vida para el
conjunto de la ciudadanía.
En esta línea hay que pensar en ciudades en donde los parques, las plazas, las calles cuenten con
cubiertas vegetales que generen sombra y con fuentes de agua, pero también donde se disminuya la
superficie de asfalto y hormigón que constituye una fuente de calor de día y de noche. Una
renaturalización que no solo incidiría en las temperaturas, sino que mejoraría la calidad del aire y la
vida en las ciudades, así como la biodiversidad.
Según un estudio de ISGlobal, un tercio de las muertes por el efecto de isla de calor podrían evitarse
si los árboles cubrieran el 30% del espacio urbano. El asfalto y el hormigón de las calles irradia una
importante cantidad de energía infrarroja al ambiente urbano, calentando el aire, lo que provoca que
las noches sean también calurosas.
3.- Ayudar en el aislamiento de las viviendas.
Realmente todas las viviendas deberían ser refugios climáticos. En esta línea, la primera medida es
favorecer climatizaciones pasivas (que no suponen gasto energético) a través de la rehabilitación de
los edificios para aumentar su aislamiento y su confort térmico ante las altas temperaturas. Este es
un elemento que repercute de forma grave en los barrios de nuestra ciudad y en los sectores más
vulnerables.
En definitiva, no hacemos más que demandar que se pongan en marcha con criterio de urgencia, las
medidas recogidas en el Plan de Adaptación al Cambio Climático aprobado por el Gobierno de
Zaragoza el 13 de abril de 2023 y que en el Ámbito de Acción 5 denominado Planificación
territorial y urbana, edificación y energía, recoge las medidas que se indican a continuación, la
primera de ellas referida a los refugios climáticos, pero todas ellas importantes.
5.1 Diseñar, crear y mantener una red de refugios climáticos en diferentes equipamientos y
espacios verdes de la ciudad para mejorar el confort térmico y reducir el impacto en salud
durante las olas de calor y de frío.
5.2 Mejorar el confort térmico de los centros educativos, centros de mayores y centros de atención
a personas vulnerables o con necesidades especiales, centros deportivos, etc.
5.3 Desarrollar buenas prácticas concretas en el diseño y uso de espacios públicos, privados y
comunitarios adaptados al cambio climático climático.
5.4 Crear un sistema cartográfico georreferenciado en la sede electrónica municipal, de fácil
acceso, de elementos urbanos de adaptación al cambio climático: refugios climáticos, zonas
sombreadas, fuentes de agua potable y ornamentales
5.5 Continuar e incrementar los proyectos diversificados de rehabilitación y renovación de
viviendas y edificios y regeneración de barrios, con criterios tanto de mitigación como de
adaptación al cambio climático.
Alianza por la Emergencia Climática Aragón